Una manera de entender y comprender la esencia de un adecuado sistema
de control interno en las organizaciones, lo podemos ejemplarizar en cada individuo, asumiendo los diferentes
elementos del sistema, y así poder
concebir la calidad de nuestro control interno propio. Veamos entonces como asimilaríamos
este contraste empresa/individuo.
Así
como las empresas requieren de un perfil adecuado de su talento humano, nosotros
contamos con nuestro propio perfil, en la medida que lo concibamos de manera
integral y con calidad, redundara en el logro de los objetivos traducidos en éxito
y metas realizables, con importante crecimiento en lo económico, profesional,
familiar y personal, o no?
Si
bien no tenemos unos principios y unas políticas
documentadas en manuales y actas, sí contamos con ellas arraigadas en nuestra formación familiar, laboral y profesional.
Es
claro también, que el ser humano como las empresas deben concebir una planeación
asociada a un presupuesto económico y de
recursos, si no lo hiciera, los resultados que se persiguen no se obtendrán, y
al contrario serán logros casuales, sin ninguna posibilidad de auto-evaluación y
posibilidad de establecer si fue lo mejor o peor de nuestros propósitos.
Las
empresas como nosotros nos ceñimos a normas y legislaciones a cumplir y
comprometernos, por lo que es importante conocerlas, en materia fiscal, en
materia laboral, la misma Constitución para entender nuestros derechos y
obligaciones etc.
Los
sistemas de información y comunicación, tan conocidos y empleados en las organizaciones,
como base de la tareas de su actuar; no son tan formales en lo personal, pero lo
cierto es, que notros también contamos con un “disco Duro” que a mayor
información, mayor capacidad de comunicarnos y actuar en pro de nuestro desarrollo
profesional, laboral y personal.
Las
entidades como nosotros nos movemos y desarrollamos de acuerdo con maneras de hacer las cosas, como son los
procesos y procedimientos, que en la medida que sean agiles y eficientes,
seguramente los resultados serán mejores en términos de calidad y oportunidad.
Así
como las administraciones conciben los riesgos, así mismo el ser humano debe interiorizar ciertos controles, que le
permitan actuar con confianza y al máximo mitigar la comisión de errores y
riegos que le evite caer en el fracaso o sufrir retrocesos importantes.
Otro
elemento fundamental en las empresas es el sentido de compromiso ético y moral
de su recurso humano. El ser humano al concebirse y formarnos con disciplina,
respetuosos, dignos de confianza y con
actuar ético y moral, posibilita un
desarrollo espiritual y personal traducido en una vida sin temores y lamentaciones.
Es
importante entonces que el individuo, en aras de mejorar su control interno, de
manera permanente realice prácticas de autocontrol, a fin de reflexionar y considerar
sobre aquellos aspectos que merece fortalecer para que como las empresas
posibiliten su desarrollo y el mejoramiento continúo.
Recuerde “todos y cada uno de nosotros tenemos
una empresa interior, susceptible de mejorar a través de su control interno.” Marco Bonilla.
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