“El goce del grado máximo de
salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser
humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición
económica o social”
Dicha observación general dice que el
derecho a la salud no sólo abarca la atención de salud oportuna y apropiada
sino también los principales factores determinantes de la salud, como el acceso
al agua limpia potable y a condiciones sanitarias adecuadas, el suministro
adecuado de alimentos sanos, una nutrición adecuada, una vivienda adecuada,
condiciones sanas en el trabajo y el medio ambiente, y acceso a la educación e
información sobre cuestiones relacionadas con la salud, incluida la salud
sexual y reproductiva. (Constitución de la OMS.)
Los cuatro elementos a considerar en un sistema
de salud se ha determinado como: La disponibilidad, la accesibilidad.
aceptabilidad y la calidad, los cuales para la mayoría de la
población usuaria no se cumple y por el contrario sobrepasan el lumbral que raya con el extremismo y lo caótico de su manejo.
Si la Educación presenta
un resultado de desesperanza frente a las oportunidades de crecimiento y
mejoramiento de la calidad de vida de la población, la Salud refleja inmensas dificultades ante los problemas sanitarios
especialmente de los sectores más vulnerables, acompañada de una crisis
financiera agudizada por la intervención y liquidación de las EPS públicas y
privadas como consecuencia de sus ya acostumbrados malos manejos, que no solo
han colapsado la red hospitalaria, viéndose los usuarios desatendidos a pesar
de haber pagado sus aportes sin una
adecuada contraprestación de los servicios a que tienen derecho.
Un usuario del
servicio de salud hacía referencia sobre la negligencia de los hospitales…, de
como la gente hace fila para morir, ante la mirada despreocupada de los
responsables y lo que es más alarmante, la actitud de una sociedad que se está
acostumbrando a darle poco o ningún valor a la vida, desconociendo un derecho
fundamental consagrado en la misma Constitución.
La Iniquidad como se
maneja el servicio de salud, donde las personas con recursos pueden acceder a
lujosos centros de salud que parecen más hoteles de cinco estrellas, con procesos sofisticados, tecnología de punta,
envidiables servicios y equipos de primera clase; contrasta con el servicio huérfano
dado a la mayoría de la población, empezando por las personas que en estado agónico
tienen que valerse por sus propios medios para acudir a centros de asistencia desde
tempranas horas como lo decía la usuaria a encontrarse con la muerte, como resultado
de las pocas oportunidades que tuvo y claro efecto de una sociedad que nombra a
sus administradores sin que ellos hagan nada a cambio, ni siquiera el de generar
espacios que les ayude a propiciar su propia existencia.
Son palabras que
nacen del corazón y que seguramente no cambiara nada, hasta tanto no escojamos
con seriedad y conciencia nuestros administradores y no cambiemos una cultura basada en intereses
individuales, por posturas colectivas, especialmente en el campo de la Salud.
Hasta pronto.
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