No basta con un sistema de control interno
fortalecido, con instrumentos y elementos
modernos, automáticos, organizados, documentados, con recursos
suficientes en términos de bienes, servicios, fondos, códigos, normatividad, políticas, etc…
El no propiciar de manera severa por no decir
contundente, en un cambio en nuestra cultura arraigada durante muchos años,
inclusive desde el seno familiar, que ha
implicado una formación con vicios o defectos que desdibujan y van en
contradicción con la buenas práctica que requiere un control interno, donde su principal elemento es la ética, la
moral y el compromiso, no garantiza que los objetivos, resultados y metas se
cumplan.
Las estructuras organizacionales de las empresas,
especialmente públicas, diseñas en muchos casos
para resolver intereses personales o de poder, más que atender las
funciones y actividades básicas, son atiborradas de una cantidad de cargos
burocráticos, antes que propiciar la atención urgente y eficiente de los
procesos misionales de las administraciones
.
No es suficiente concebir una planeación metodológicamente estructurada a través de una lista de actividades, metas intermedias, metas
finales, indicadores de gestión y resultados, sí esta lectura no está asociada en compromisos loables, claros y suficientes ,
cuyo resultado redunde en la eficiente y eficaz atención al cliente/usuario
dentro de términos oportunos.
Es reiterativo observar cómo la cobertura fijada a través de
los planes y programas, no es
establecida frente a un universo a cubrir, el cual se desconoce o se ignora,
por lo que siempre existirá la incertidumbre si los resultados obedecieron en
la programación de eventos facilistas en razón a una gestión descansada y poco
efectiva, situación que para este caso requiere de funcionarios comprometidos
donde su función requieren de emplear su mayor esfuerzo.
El presupuesto como instrumento de gestión y plan financiero
de las organizaciones, en muchas ocasiones es concebido de manera ligera, sin
proceso de austeridad, carente de planes de compras, cotizaciones y estudios de necesidades en función del
cliente interno y externo, situación que aboca a la administración a estar
improvisando de manera permanente, con el consiguiente incumplimiento en sus
compromisos y pagos y una deficiente utilización de los recursos.
Qué decir de la normatividad existente, gran cantidad de ella
absurda, repetitiva y contradictoria,
que desborda la posibilidad de asumirla ante la gran proliferación de la
misma y que es aprovechada de manera subjetiva para ejecutarla obedeciendo intereses
personales, atiborrando y generando desgaste administrativo, dejando en el
funcionario responsable su buena fe en la adopción de la misma.
Los sistemas y medios de información y comunicación, en donde
se recoge toda la información de usuarios y clientes y desde donde se produce
toda suerte de informes contables/
financieros, administrativos y operativos; no serian efectivos si los
resultados no se conciben e interpretan con el rigor y disciplina y cuya
lectura permite la toma de decisiones más conveniente para el negocio en todos
los aspectos.
La contabilidad, el archivo y los centros de atención al
usuario, dejaron de ser las áreas de castigo de los empleados de las
organizaciones; hoy dentro del una manejo eficiente del control interno, son
las áreas abanderadas, toda vez que en
ellas reposan la memoria e información de
las empresas; fuente y soporte de las proyecciones y decisiones presentes
y futuras, por lo que requieren el concurso de personal con alta confianza y
compromiso.
Quisiera referirme a como nuestros arraigos culturales
trascienden en nuestro comportamiento desde lo ambiental.
Aún ante los episodios dolorosos, ante las envestidas de la naturaleza,
se mantiene una cultura invasora sobre el uso del suelo, parte del ecosistema
del medio ambiente, y consientes del riesgo que este tipo de práctica genera, se
continúa arriesgando gran parte de la comunidad, ante los ojos desprevenidos de
las autoridades competentes.
Son muchos pero muchos los ejemplos de nuestras malas práctica
o cultura sobre el uso y manejo del medio
ambiente en especial por intereses económicos, basta con observar los
vertimientos a los ríos de aguas residuales y precursores químicos de
industrias, de la minería, de los hidrocarburos; con grandes efectos contaminantes
en el agua potable; que decir de la comercialización y depredación de nuestra
fauna, de nuestros bosques, o la permanente contaminación auditiva, visual;
todo esto por una cultura ancestral fundada en el poco valor que le damos a la
naturaleza, a los recursos naturales y que
impacta sobre el control interno a todo nivel, personal, social, económico y especialmente sobre la calidad de vida de
todos los que hacemos parte en este planeta.
Reflexión: “El objetivo del control interno, es el cambio de
cultura”
Blog; marcontrol.blogspot.com.
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