viernes, 5 de abril de 2013

EL ESTADO DEL CONTROL INTERNO, CAUSA Y EFECTO DE NUESTRA ARRAIGO CULTURAL.


No basta con un sistema de control interno fortalecido, con instrumentos y elementos  modernos, automáticos, organizados, documentados, con recursos suficientes en términos de bienes, servicios, fondos,  códigos, normatividad, políticas, etc…

El no  propiciar de manera severa por no decir contundente, en un cambio en nuestra cultura arraigada durante muchos años, inclusive desde el seno familiar,  que ha implicado una formación con vicios o defectos que desdibujan y van en contradicción con la buenas práctica que requiere un control interno,  donde su principal elemento es la ética, la moral y el compromiso, no garantiza que los objetivos, resultados y metas se cumplan.

Las estructuras organizacionales de las empresas, especialmente públicas, diseñas en muchos casos  para resolver intereses personales o de poder, más que atender las funciones y actividades básicas, son atiborradas de una cantidad de cargos burocráticos, antes que propiciar la atención urgente y eficiente de los procesos misionales de las administraciones
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No es suficiente concebir una planeación  metodológicamente estructurada  a través de una lista  de actividades, metas intermedias, metas finales, indicadores de gestión y resultados, sí esta lectura no está asociada  en compromisos loables, claros y suficientes , cuyo resultado redunde en la eficiente y eficaz atención al cliente/usuario dentro de términos oportunos.

Es reiterativo observar cómo la cobertura fijada a través de los planes y programas,  no es establecida frente a un universo a cubrir, el cual se desconoce o se ignora, por lo que siempre existirá la incertidumbre si los resultados obedecieron en la programación de eventos facilistas en razón a una gestión descansada y poco efectiva, situación que para este caso requiere de funcionarios comprometidos donde su función requieren de emplear su mayor esfuerzo.

El presupuesto como instrumento de gestión y plan financiero de las organizaciones, en muchas ocasiones es concebido de manera ligera, sin proceso de austeridad, carente de planes de compras, cotizaciones y  estudios de necesidades en función del cliente interno y externo, situación que aboca a la administración a estar improvisando de manera permanente, con el consiguiente incumplimiento en sus compromisos y pagos y una deficiente utilización de los recursos. 

Qué decir de la normatividad existente, gran cantidad de ella absurda, repetitiva y contradictoria,  que desborda la posibilidad de asumirla ante la gran proliferación de la misma y que es aprovechada de manera subjetiva para ejecutarla obedeciendo intereses personales, atiborrando y generando desgaste administrativo, dejando en el funcionario responsable su buena fe en la adopción de la misma.

Los sistemas y medios de información y comunicación, en donde se recoge toda la información de usuarios y clientes y desde donde se produce toda suerte de informes  contables/ financieros, administrativos y operativos; no serian efectivos si los resultados no se conciben e interpretan con el rigor y disciplina y cuya lectura permite la toma de decisiones más conveniente para el negocio en todos los aspectos.
  
La contabilidad, el archivo y los centros de atención al usuario, dejaron de ser las áreas de castigo de los empleados de las organizaciones; hoy dentro del una manejo eficiente del control interno, son las áreas abanderadas,  toda vez que en ellas reposan la memoria e información de  las empresas; fuente y soporte de las proyecciones y decisiones presentes y futuras, por lo que requieren el concurso de personal con alta confianza y compromiso.

Quisiera referirme a como nuestros arraigos culturales trascienden en nuestro comportamiento desde lo ambiental.

Aún ante los episodios dolorosos, ante las envestidas de la naturaleza, se mantiene una cultura invasora sobre el uso del suelo, parte del ecosistema del medio ambiente, y consientes del riesgo que este tipo de práctica genera, se continúa arriesgando gran parte de la comunidad, ante los ojos desprevenidos de las autoridades competentes.

Son muchos pero muchos los ejemplos de nuestras malas práctica o  cultura sobre el uso y manejo del medio ambiente en especial por intereses económicos, basta con observar los vertimientos a los ríos de aguas residuales y precursores químicos de industrias, de la minería, de los hidrocarburos; con grandes efectos contaminantes en el agua potable; que decir de la comercialización y depredación de nuestra fauna, de nuestros bosques, o la permanente contaminación auditiva, visual; todo esto por una cultura ancestral fundada en el poco valor que le damos a la naturaleza, a los recursos naturales  y que impacta sobre el control interno a todo nivel, personal, social, económico  y especialmente sobre la calidad de vida de todos los que hacemos parte en este planeta.

Reflexión: “El objetivo del control interno, es el cambio de cultura”

Blog; marcontrol.blogspot.com.     

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