lunes, 12 de enero de 2015

EL ABC de la Hacienda Pública, un documento que nos lleva a reflexionar.


La Hacienda pública según el hacendista Gerhard Colm, es una disciplina que “estudia la forma en que se logran los objetivos del sector público a través de los medios de ingresos y gastos públicos, dirección de la administración de la deuda y las transacciones correspondientes. De forma específica estudia la manera en que se toman las decisiones por el sector público y la forma en que son realizadas y controladas. Su ámbito de análisis se asienta sobre las numerosas ciencias tradicionales”
Paradójicamente  resulta que en ocasiones revisamos el árbol, pero el contexto de su función o resultado o sea el bosque queda maltrecho y no se logran los objetivos que se persiguen, la pregunta es donde está realmente el control o donde estamos fallando?.

La gestión pública en torno a la Hacienda pública y sus resultados,  es vista por nuestros administradores de manera dispersa y no como un sistema,  donde cada uno de sus elementos juegan un papel predominante, estoy refiriéndome a la administración y organización del estado, a la política fiscal, administrativa y financiera, a los presupuestos, a los planes, al control fiscal, y a otras variables como el sistema financiero, o  lo que es más importante al recaudo y su inversión y/o gasto en los objetivos programados. A éste respecto menciona Juan Camilo Restrepo en su texto sobre Hacienda Pública, la Hacienda Pública es una disciplina autónoma pero profundamente vinculada a otras ciencias y artes, Pretender estudiar la Hacienda Pública en el mundo contemporáneo de manera aislada de otras áreas como la economía, la política, la administración o el derecho público constituiría una inmensa equivocación.   ………la forma como se invierten los recursos que maneja deba ser forzosamente un estudio multidisciplinario”

El Presupuesto General de la Nación, para la vigencia del 2015  está fijado en mas de de $210 billones de pesos, recursos que se esperan obtener de los recaudos tributarios y deuda externa, para ser ejecutados o invertidos en los planes, programas y proyectos o, como gastos del sector público, todas estas variables sujetas a un control efectivo por los llamados organismos de control y administradores.   

Cuando los objetivos no se cumplen, entonces las preguntas a tener en cuenta  son: ¿Problemas en la formulación de la política?, inadecuada estructura administrativa?, corrupción?, evasión?, inadecuada priorización del gasto?, desmesurada burocracia?, débil proceso de contratación administrativa?, o rezago del patrimonio público que hace que la base para emprender acciones de mejoramiento estén distantes para cumplir los fines del Estado tendientes a mejorar la calidad de vida de la población.

Todos estos aspectos susceptibles de ser controlados a través de auditorías integrales, autocontrol, compromiso, manejo gerencial, etc, deben ser tratados paralelamente a fin de propiciar el menor error en los resultados propuestos, pero lo más importante de ello es conocer de su existencia, por lo que se requiere de un conocimiento amplio de la administración pública y de las herramientas que  la misma emplea para cumplir con los objetivos propuestos.

Para hacer un examen sobre la Hacienda Pública, se requiere revisar su aspecto piramidal, todo este plasmado en el documento que hoy presento a consideración, denominado “El ABC DE LA HACIENDA PÚBLICA; referente constitucional y legal” y su contenido:

ü  Constitución Política con énfasis en Hacienda Pública..
ü  Estructura y organización de la Administración Pública.
ü  Sector descentralizado por servicios, incluido el sistema financiero.
ü  Descentralización fiscal, administrativa y política.
ü  Régimen Presupuestal Colombiano.
ü  Plan Nacional de Desarrollo
ü  Control Fiscal. 

De su presentación recojo, comentarios valiosos del Dr. Fernando Navas Talero, quien anota:

Educar al ciudadano en temas tan importantes como la comprensión de la Hacienda Pública,  es una noble tarea política,  que debe cubrir a todas las personas, sin distingos de ninguna naturaleza, pues se trata de formar ciudadanos, esto es, sujetos con capacidad de ejercer conscientemente sus derechos, especialmente los derechos políticos. Por esa razón es meritoria la labor pedagógica que el profesor Marco Hernando Bonilla se propone con su ABC de la hacienda pública.

…..La instrucción que el ABC  de la hacienda pública imparte es trascendental, pues si el gobernado carece de conciencia política, esto es,  un analfabeto en ese campo, la democracia no puede ser; su práctica se convierte en un homenaje a la bandera y en un proceso electoral para satisfacer la vanidad de los politicastros. Este texto, entonces, no debe ser  una cartilla dirigida a los estudiantes de derecho únicamente. Consientes como somos que la falta de una asignatura de instrucción cívica en los colegios y, como si esta omisión fuera poca, no enseñar la historia patria, además, se constituyen en yerros injustificables y solamente explicables por el interés de las clases dominantes de mantener al pueblo en la ignorancia, pues todos sabemos que pueblo que se educa es pueblo que se rebela y, también, que pueblo que no conoce su historia ésta condenado a repetirla. Este libro es urgentemente indispensable para todos.

……Por todo lo que en este desorden se ha dicho, el libro del doctor Bonilla llega como anillo al dedo. Al pueblo hay que abrirle los ojos y no sacárselos y el ABC acierta en ese propósito. Que la gente del común, por ejemplo, entienda, en términos domésticos, las implicaciones que tienen en la economía pública y privada los tratados de libre comercio es primordial. Con ese solo concepto, seguramente, en el futuro los electores entenderán los discursos de los candidatos y sabrán escoger lo  que más convenga a sus intereses, pero a sabiendas y no por motivos puramente emocionales o, como se dice vulgarmente, viscerales y de imagen.

He tenido la suerte de compartir con el profesor Bonilla y no me cabe duda de su vocación pedagógica, calidad que se descubre con la lectura del texto, pues la secuencia  que sigue le permite al lector ir descubriendo, paso a paso, un mundo fantástico. Si,  fantástico porque pareciera más bien una obra de ciencia ficción, pero que si nos proponemos todos, un día puede ser una realidad.” (gracias, Dr. Fernando por sus desprendidos comentarios)

El texto,  el - ABC de la Hacienda Pública -, nace de mí interés de compilar en un documento los diferentes referentes atinentes a ésta disciplina; pues recoge de la Constitución Política y las leyes de manera ordenada, coherente y concatenada, el quehacer de la Función pública, sus competencias, alcances y responsabilidades, a través de dos herramientas fundamentales como son el  Presupuesto y el Plan de desarrollo; donde la economía,  el sistema financiero y el control fiscal juegan un papel relevante y transversal. 

Documento simple pero vital para cualquier persona que necesariamente debe conocer lo que pasa y cómo se administra los recursos de éste país, en orden a ejercer el control social que le asiste”.


Reflexión. “La Hacienda Nacional no es de quien os gobierna. Todos los depositarios de vuestros intereses deben demostraros el uso que han hecho de ellos” (Simón Bolívar, 2 de enero de 1814) 

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