“Los estados financieros son una imagen de la situación de un ente económico en un momento determinado, ellos reúnen, resumen y permiten analizar la totalidad de información contable del ente y define los resultados de las operaciones realizadas con discriminación detallada del movimiento de los recursos”.
Para los contadores, que son los encargados de registrarlos, soportarlos, formularlos y analizarlos, los estados financieros son un «fin», son el corolario de su trabajo y la culminación de sus esfuerzos. Para los empresarios y directivos de los negocios sólo son un «medio» que les permite orientarse para tomar las medidas y decisiones que consideren adecuadas para la buena marcha de la empresa.”
Veamos entonces a quien le interesa los estados financieros y porque es el punto de referencia para tomar decisiones de todo tipo:
Los dueños y/o accionistas. Les interesa plenamente conocer los resultados del ente económico, así como el cumplimiento de los objetivos, tener confianza y seguridad de sus aportaciones e inversiones y seguir invirtiendo inclusive con sus dividendos.
Los directivos y funcionarios. Les interesa la excelente conducción del negocio, para saber en qué condiciones se encuentra y si se les están dando cumplimiento a los objetivos establecidos comparando lo real con lo planeado o programado, además porque en base a ello tomarán las decisiones correctivas que consideren pertinentes e informen a los accionistas de su actuación y los resultados de ésta.
A la Administración: Le garantiza la correcta administración de la entidad de acuerdo con sus metas y objetivos.
Supervisores y organismos de control: Punto de partida en su vigilancia y control.
A las instituciones de crédito y financieras y compañías de seguros: Les interesa que los entes económicos manejen estados financieros dictaminados dando credibilidad a su información financiera.
Entidades gubernamentales: Le interesa que los Estados Financieros estén dictaminados por aspectos de formalidad y normatividad. Para vigilar el cumplimiento de las disposiciones normativas, impositivas, operativas y administrativas para dar validez a los estados financieros manifestando sanciones a aquellos contadores que no se apeguen a las disposiciones antes mencionadas.
A los trabajadores: Como un medio de sentir estabilidad en su aspecto laboral y seguridad social.
A los proveedores y acreedores: Porque les interesa la liquidez y razonabilidad de los Estados Financieros dictaminados ya que esa credibilidad se traduce en proporcionar mayor o menor crédito a las empresas.
A los inversionistas: Porque les interesa la excelente marcha del ente económico, respaldado por estados financieros dictaminados, debido a que de esa manera estarán en condiciones de analizar, en invertir o no invertir en determinado tipo de empresa.
Al público en general: Para tener conocimientos si determinado ente económico goza de una buena imagen de comercio, si existen buenos servicios, de productos y saber si estos tienen calidad.
Bajo ésta óptica, la auditoría a los estados financieros implica un examen a los estados financieros de manera integral de sus operaciones y soportes, en lo económico, administrativo, financiero/contable, jurídico, ambiental, .etc, consecuente con la gestión, cumplimiento normativo, control interno y de cara al desarrollo de la misión organizacional, que de tranquilidad y confianza al núcleo social de su interés.
En razón a lo anterior, la auditoría Financiera no solo debe encaminarse a la verificación sobre los registro contables, también es, el examen pormenorizado de las actuaciones de la organización, áreas, procesos, autorizaciones, operaciones, registros y soportes y sus responsables de manera eficiente, eficaz, efectiva, económica y productiva, dentro de rigores normativos y legales.
De tal suerte que un proceso de auditoría financiera requiere considerar entre otros los siguientes aspectos:
• Tener en cuenta en todo momento del examen, la Misión de la Organización.
• Conocer la organización, la política, normatividad, estructura organizacional, procesos, responsables, información financiera, manual contable con su plan de cuentas y dinámica contable, notas explicativas a los estados financieros, Informes de gestión, informes de auditorías anteriores, entre otros.
• Preparar las guías, programas o cuestionarios de auditoría y control interno y demás papeles de trabajo, en función de las cuentas representativas y críticas, fruto de un estudio concienzudo y pormenorizado.
• Conocer los aplicativos informáticos que maneja la organización, especialmente de la contabilidad y las finanzas.
• Revisar las diferentes cuentas asignadas de los estados financieros, considerando en los hallazgos las connotaciones contables, financieras, administrativas, jurídicas, económicas, ambientales u otra, que estas puedan generar, determinando para cada una de ellas, la causa, efecto e impacto, que posibiliten dar un juicio/valor, o recomendación.
• Plasmar en los papeles de trabajo de manera técnica, soportada y objetiva, cada una de los hallazgos, los cuales se constituyan en prueba suficiente y competente a tener en cuenta en la elaboración del informe de opinión final y la carta de control interno.
• Además de opinar sobre la razonabilidad de los estados financieros, el auditor deberá conceptuar sobre la calidad del control interno, el cumplimiento normativo que le aplica, la responsabilidad y cumplimiento en la seguridad social de sus empleados, el licenciamiento de su sistemas informáticos, así como aspectos de incertidumbres que a corto y mediano plazo éste abocada la organización por amenazas de carácter externo e interno.
Adicionalmente y en relación con el control interno deberá:
• Evaluar la calidad de los sistemas de información y medios de información con los que cuenta el área y proceso contable.
• Verificar los perfiles del talento humano, que sean idóneos y responsables del manejo y registro de la contabilidad, instalados en áreas funcionales acordes con una estructura organizacional necesaria para su funcionamiento adecuado.
• Verificar la existencia del manual contable, donde no solo señale el plan de cuentas requerido, también la dinámica contable, el flujo y diagramación del proceso, la normatividad que le aplica, el mapa de riesgo y demás elementos necesarios en la formalización del manejo contable organizacional.
• Verificar el adecuado manejo y custodia de la correspondencia y archivo contentivo de los soportes y memoria institucional de la organización.
• Establecer la oportunidad de la rendición de cuentas e informes propios del área contable y en relación con la oportunidad y obligatoriedad de sus publicaciones.
• Constatar la existencia de procesos de control que el área contable realiza sobre las dependencias fuentes de la información contable.
• Seguimiento al Plan de Mejoramiento,
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El ABC de la Hacienda Pública, referente constitucional y legal
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Marco Hernando Bonilla Martínez
Consultor y Asesor en los procesos de Auditoría con enfoque integral, Auditoría interna de Calidad, ISO 9001 de 2008 y NTCGP 1000:2009, con más de 20 años de experiencia. Conferencista nacional, consultor internacional en procesos de Control Interno orientados al mejoramiento de las organizaciones. Colaborador de Auditool.
Bogotá D.C., Colombia
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