"La misión es el propósito general o razón de ser
de la empresa u organización que enuncia a qué clientes sirve, qué necesidades
satisface, qué tipos de productos ofrece y en general, cuáles son los límites
de sus actividades; por tanto, es aquello que todos los que componen la empresa
u organización se sienten impelidos a realizar en el presente y futuro para
hacer realidad la visión del empresario o de los ejecutivos, y por ello, la misión es el marco de referencia que orienta
las acciones, enlaza lo deseado con lo posible, condiciona las actividades
presentes y futuras, proporciona unidad, sentido de dirección y guía en la toma
de decisiones estratégicas”
Estas consideraciones fundamentan mi propuesta de
entender que en materia de control, el
elemento primordial a tener en cuenta son los propósitos de la empresa, que en todo su ámbito se desempeñara en
términos de eficiencia, eficacia y economía principalmente.
De la misma manera, es de entenderse que el
autocontrol como fundamento de todos los que hacen parte de la organización,
deben conocer, entender, y concebir la misión como el marco obligado de todas
sus actuaciones, desde lo operativo, financiero, contable, técnico, normativo,
etc…, acciones que al no tenerse en cuenta, sin duda proporcionara un desequilibrio
del sistema de control interno
implementado y desvío de los objetivos propuestos.
Ahora, y frente a la labor de auditoria es por
demás lógico, que cualquier transacción, operación, gestión, o actividad que
vaya en contraposición de la misión de la entidad, no solo generara efectos
nocivos para la organización, si no será motivo de atención y examen por parte
del organismo o ente de control, donde su principal labor se concentrara en el
cumplimiento por parte del ente auditado en razón a sus propósitos, productos,
servicios, actividades, acciones y decisiones tomadas, so pena de obtención de
hallazgos que materializados pueden incurrir en sanciones ejemplarizantes para
quienes tiene la responsabilidad de su administración.
Veamos lo que significa los elementos de control
frente a la misión de la organización:
Planeación: Los planes y programas deben apuntar a
desarrollar y ejecutar los fines previstos en la constitución de la organización,
de su gestión depende gran parte del cumplimiento de sus objetivos y razón de
ser.
Presupuesto: Recursos consecuentes con la necesidad de
financiar las operaciones propias de la organización, sin derroche y
malversación.
Talento Humano: Obedece a una selección
de perfiles idóneos propios de la actividad básica de la organización.
Esquema organizacional:
Relevancia e importancia en el fortalecimiento de las áreas productivas de la
organización, que por sí solas soporten la naturaleza de la organización.
Administración del riesgo: Mecanismos
de preservación y mitigaciones a través de formas de control, especialmente
sobre aquellos procesos eminentemente misionales.
Sistemas y medios de información y comunicación:
Suficientes y pertinentes, que proporcione agilidad de servicios a sus clientes
o usuarios, con el respectivo reporte automático y oportuno de registros y
datos.
Procesos y procedimientos: Claros
y segregados en responsables y formalizados en manuales y/o protocolos
operativosy normativos.
Auto-evaluación y evaluación: Talento
humano vigilantes a denunciar actividades que contravienen los propósitos de la
organización, aunado a evaluaciones independientes, cuya función primordial es
detectar operaciones que no obedecen a funciones y actividades básicas de la
organización y que están plenamente descritas en la Misión de la entidad.
Esto nos lleva a concluir, que en la medida que
los diferentes actores internos y externos estén atentos a cumplir los
derroteros fijados con rigor en la MISIÓN, la probabilidad de éxito de las
organizaciones será mucho mayor y el control interno habrá sido entendido como
la estructura que lo soporta.
Hasta pronto.
Blog. marcontrol.blogspot.com
0 comentarios:
Publicar un comentario