jueves, 4 de junio de 2020

Efectos de la Corrupción


Por: Marco Bonilla
                                                              
Que sería del Estado Colombiano?,  ¿ de sus empresas?, ¿de sus sectores?, ¿de su población?, ¿de su economía?, si se hubiese generado acciones de competitividad a través de unos Ferrocarriles Nacionales modernos; de una Caja Agraria y un INDERENA   forjadora de recursos hacía el agro; de un IDEMA eficiente regulador del mercado y los precios; de un Seguros Social atendiendo con eficiencia el tema de la Seguridad Social; de un Ministerio de Obras eficiente en el desarrollo de la Infraestructura Vial; de entidades dedicadas a la explotación de recursos naturales como ECOPETROL, CARBOCOL, generadoras del tema de las Regalías hacía la educación, la salud y la protección de los recursos naturales y del medio ambiente; de  unos Puertos marítimos y fluviales con flotillas modernas para exportar  con agilidad sus  productos en una economía globalizada como la de hoy; con  un ICT  en procura de mejor la calidad de vida de sus habitantes a través de vivienda digna, entre otras. Hoy, muchas de éstas empresas liquidadas o transformadas como consecuencia de su deficiente manejo,  después de malgastar o malversar el patrimonio público y dejar unos efectos nocivos fácil de evidenciar, como el de los cultivos ilícitos, los desplazamientos, la indigencia, el terrorismo, en fin, la descomposición del tejido social, nos llevan a la pregunta: ¿Cuál ha sido el papel y/o función de las Auditorias en el contexto de las entidades del estado del siglo XXI?     

Como docente y especializado en el campo de la Auditoria, en muchas ocasiones me es difícil poder explicar a mis alumnos sobre el fenómeno de corrupción que azota nuestro país. Mas gravosa si se tiene en cuenta los altos índices de indigencia, criminalidad, pobreza, falta de empleo, sectores como la agricultura subutilizados frente a entidades financieras y de salud, boyantes de recursos y utilidades, todos éstos escenarios opuestos, que desconciertan a los futuros profesionales, en un panorama incierto al no poder dar un patrón de solución a sus frecuentes preguntas del que hacer?

Las normas están fundamentadas en postulados universales, los principios en la constitución y la ley, los métodos y procedimientos, en normativas reguladoras, todas ellas con sanciones ejemplarizantes; pero aún  así la corrupción sigue su ascendente carrera, la que hoy se cuenta no por miles sino por miles de millones.

Hasta donde el Estado y su conglomerado,  podrá soportar el recargo de impuestos de manera in equitativa; el incremento exagerado de servicios públicos; el costo desmesurado de la educación; el costo de un servicio en salud ineficiente; todos estos gastos en contravía de una mejor calidad de vida, que seguramente es lo que esperaríamos como respuesta al costo de vida que tenemos que afrontar, mientras que ese esfuerzo se diluye y se desvía de manera tranquila y facilista en manos de quienes tienen  el poder de intervenir en procesos contractuales, que lejos de cumplir a cabalidad con los términos de referencia, desangran con su ineficiencia, por no decir otro  calificativo mas grave, costos que trascienden cualquier relación costo / beneficio.

Pensar que además que los recursos  obtenidos a través del presupuesto no son suficientes para fortalecer nuestra Hacienda, presentamos una deuda externa de cerca de 500 billones CO   (130.000 MIL MILLONES DE USDA), lo cual hace que el panorama sea mas desolador, por lo que representa estar sometidos a las condiciones desventajosas ante la Banca multilateral,   que por lo general ocasionan dependencia en lo económico como en lo gubernamental.

¿Donde estamos fallando?, o mejor si lo sabemos, por que nos sentimos  incapaces   de afrontar con decisión y de manera tajante éste flagelo, que como la novela de Gabriel García Márquez, se ésta convirtiendo en “Crónica de una muerte anunciada”.

Que decir del régimen de pensiones, de la inequidad e incertidumbre de cerca de 2.000.000 de colombianos próximos a pensionarse, donde no va existir ni los recursos, ni las reservas que permita asegurar sus prestaciones económicas; que decir del sector agropecuario, donde tan solo aporta el 6 % del PIB, y eso que Colombia era un país agrícola por excelencia, con todo lo que ocasiona el desplazamiento y  el hacinamiento del campesinado en las grandes urbes de nuestro territorio.         

Por lo anterior considero como un aporte desprendido de intereses particulares, la creación de un Súper Ministerio de Control y Auditaje, contra la corrupción administrativa; revestido de facultades, poder, autoridad e independencia, para formar, auditar, revisar, investigar y sancionar los infractores en la concepción del ingreso y la ejecución del gasto público, donde sus integrantes sean funcionarios con el mas alto nivel académico, compromiso ético en lo moral y profesional, sin tacha, debidamente entrenados y capacitados, en donde el cuidado profesional sea la constante de sus actuaciones y la independencia no posibilite la intervención a intereses políticos y  guarde distancia con afánes burocráticos, acompañada esta labor de un proceso de formación y educación enorme en procura de sensibilizar la cultura ciudadana y la pedagogía de la Constitución  como base y fundamento de nuestra sociedad.

Es un aporte, como también sería importante leer de nuestros lectores alternativas de solución para contener la desmesurada perdida de recursos públicos a través de la corrupción administrativa.

 Reflexión : No hay países subdesarrollados, si no mal administrados. ……la diferencia está en su gente. (Peter Druker).



Gracias.      

0 comentarios:

Publicar un comentario